Promotoría compartida VS Promotoría exclusiva

PROMOTORÍA COMPARTIDA VS PROMOTORÍA EXCLUSIVA

Dentro de los servicios de promotoría encontramos esencialmente dos opciones; la primera es la promotoría exclusiva, aquella que se encarga de ofrecer un servicio individual, especializado y totalmente personalizado que atiende únicamente a tu marca dentro del canal de ventas seleccionado y específicamente de acuerdo a tu preferencia o tus metas de ventas. 

Este servicio exclusivo es mayormente contratado por empresas con un giro y segmento específico, que buscan un chequeo frecuente por personal en anaquel debido a distintos motivos, tales como deterioro de empaque o embalaje, periodo de caducidad reducido, o simplemente por ser productos con alta movilidad y demanda, etc.

Al tratarse de un servicio exclusivo, el costo suele ser un poco más elevado que el de la promotoría compartida, sin embargo trae consigo muchas ventajas que justifican la inversión en su totalidad, especialmente si tomamos en cuenta que se atenderá únicamente a tu marca en la tienda de autoservicio que más se acomode a tus objetivos.

Por otro lado, la promotoría compartida es una de las más comunes, destacando por tener costos generalmente más accesibles y económicos que la promotoría exclusiva y contando con todos los servicios básicos que le brindarán a tu marca, empresa o negocio mayor presencia en punto de venta. 

Algunos de los servicios con los que cuenta este segundo tipo de promotoría son limpieza de anaquel, colocación de precios y material pop (material gráfico que define tu identidad de marca y actúa como un gancho visual inmediato), y reporte de actividades de la competencia (para entender mejor el mercado y las áreas de oportunidad), entre otros.

Como se menciona reiteradamente, la promotoría compartida permite a las empresas disminuir sus costos, ya que un promotor se encargará de distintas marcas dentro de un mismo punto de venta, en otras palabras, además de asegurarse que tus productos tengan un buen aspecto y que cuenten con una presentación impecable para el cliente final, lo hará también para otras marcas.

Con todos estos datos podemos llegar a una sencilla pero sólida conclusión, ambas opciones son totalmente viables, eficientes y ninguna goza de superioridad, puesto que la selección de una u otra modalidad dependerá al 100% de las necesidades de crecimiento de tu empresa, del presupuesto con el que cuentes, de la movilidad y demanda de tu(s) producto(s), su tiempo de vida y primordialmente de la cantidad de establecimientos en los que requieras determinado servicio.

Si aún no cuentas con alguna de estas dos modalidades de promotoría, ¿qué esperas para hacerlo y descubrir que es una manera muy viables de hacer crecer a tu negocio?

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